La idea, vivir con amigos
Muchos hemos tenido la misma idea e incluso hemos hablado de ello, hemos pensado que llegado un día lo haremos, pero lamentablemente no es tan fácil.
No tenemos la cultura ni la mentalidad para hacerlo, no hay ayudas, y aspectos como la búsqueda del terreno, suponen un obstáculo muchas veces insalvable. Actualmente las viviendas colaborativas en funcionamiento son muy escasas, no llegan a la decena en toda España, y el periodo de maduración de estos proyectos es de 10 a 15 años, y hay muchos proyectos que no han salido adelante.
En realidad suponen un cambio de mentalidad importante respecto a muchos aspectos.
Grandes cambios
En primer lugar suponen un proyecto común, un compromiso basado en la confianza y en la cooperación, en la transparencia y en la responsabilidad. Suponen generar un entorno propicio para ese cambio y para su desarrollo.
Igualmente es necesario un cambio en el modelo de propiedad. Sin renunciar a derechos en cuanto a lo privado, pero asumiendo compromisos en comunidad. El modelo ideal de propiedad es la cooperativa de cesión de uso, así todos los casos funcionando son cooperativas. Y lo son en un sentido amplio, es decir, su creación, desarrollo, gestión y día a día están basados en la cooperación de sus miembros.
Suponen un cambio en las relaciones sociales abriéndonos a los demás, a las relaciones sociales, a los cuidados compartidos,a la ayuda mutua, a la solidaridad.
Pero sobretodo suponen un cambio en lo personal, en un momento clave de la vida, asumiendo nuevos retos de crecimiento y aprendizaje. Sin estos cambios, estos proyectos no salen adelante.
La arquitectura del cambio
En realidad estos cambios son estimulantes, y tienen un fondo práctico, tangible, pues de lo que estamos hablando, al fin y al cabo es de arquitectura, del diseño de nuestras casa, convirtiéndolas en el protagonista de esos cambios, como lugares que propician la vida, las relaciones, la seguridad. Hagamos que el diseño, el desarrollo y la construcción de la casa sea participativo; hagamos que los lugares comunes inviten a las relaciones, al encuentro, a la colaboración, respetando los espacios privados e íntimos, pero potenciando y creando entre todos, con la participación de toda la comunidad, los espacios abiertos, de encuentro, reunión, relación entre amigos.
ysivivimosjuntos
Creemos que una asociación como ysivivimosjuntos debe comenzar con el tiempo necesario a difundir este modelo de viviendas, a prepararnos para ellas, a descubrirnos sus dificultades pero, sobretodo, sus muchas ventajas, a enseñarnos que las pocas personas que han conseguido poner este tipo de proyectos en marcha, lo empezaron siendo jóvenes.
Aurora Moreno, la mujer que creó en nuestro país las primeras viviendas colaborativas cuenta que comenzó a darle vueltas a esta idea a finales de los años 60, en los años 80 ya reunión un grupo de amigos con un mismo objetivo, en los años 90 compraron un terreno y en el año 2000 terminaron las obras y se fueron a vivir juntos.
Ojalá nosotros no tardemos tanto.
Aurora Moreno, Ana Rosa, de la cooperativa Los Milagros, y Alfonso Calle de ysivivimosjuntos en la puerta del Residencial Santa Clara, Malaga.