El Momento Vital
¿Somos conscientes del momento vital en el que vivimos? En algunos casos no.
El aumento de las esperanzas de vida, y otros avances sociales, han hecho que a lo largo del siglo XX y XXI hayan surgido momentos vitales nuevos, que han tenido que reinventarse según iban apareciendo y evolucionando. La adolescencia, la jubilación y ahora la vejez, aparecen como nuevos retos que desarrollar, y cómo lo afrontemos es nuestra tarea.
El objetivo es aprender a disfrutar de este nuevo momento vital.
Pero en este caso la vejez cuenta con dificultades añadidas. Un curioso problema que afecta a los mayores tiene que ver con la discriminación por razón de la edad o edadismo. Debido a la gran carga negativa asociada a la edad, la mayoría de los mayores no se ven como tales, y no asumen su momento vital, no preparandose para la vejez, y asumiéndola mal y tarde, lo cual supone que a los problemas normales de la edad, muchas veces hay que añadir la depresión.
Edadismo
Según la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA), la sociedad ha creado prejuicios y estereotipos asociados al simple hecho de ser mayor, de manera que el edadismo –discriminación a los ancianos– se ha convertido en «una de las tres grandes formas de discriminación de nuestra sociedad, por detrás del racismo y el sexismo».
Ejemplos de edadismo en el día a día son:
- Falta de representación en la cultura y en los medios.
- Barreras arquitectónicas.
- Discriminación laboral.
- Estigmatización de la sexualidad.
- Condescendencia
- Control de las condiciones de vida.
Todo ello nos lleva a no asumir que somos mayores, y no prepararse para una serie de cambios físicos y congnitivos que son ineludibles, pero para los que sí que podemos prepararnos e incluso retrasarlos.
Disfrutar del momento vital
ysivivimosjuntos defiende una toma de conciencia de dicho momento vital, y una reivindicación de la vejez, como el momento de disfrutar de ciertos aspectos de la vida, de la misma forma que en etapas anteriores. Pero también hay que prepararse para futuras necesidades, preverlas, anticiparse a ellas, para que cuando lleguen estemos preparados y podamos, a su vez, seguir disfrutando de la vida.